¡Bienvenidos a la era dorada del emprendimiento, donde hasta tu tía abuela se autodenomina CEO de su negocio de tartas de manzana! En este emocionante viaje al mundo del “hazlo tú mismo”, descubrimos que todos somos emprendedores, o al menos eso es lo que nos dicen en Instagram.
Hablemos claro: hoy en día, cualquiera con una idea y acceso a Wi-Fi se autoproclama “innovador disruptivo”. ¡Como si reinventar la rueda fuera algo que solo se le ocurriera a unos pocos elegidos en una reunión secreta de genios!
¿Y qué decir de esos seminarios motivacionales que prometen convertirte en el próximo Elon Musk en solo tres días? Por supuesto, solo necesitas vender un riñón y renunciar a tus noches de sueño. ¡Nada mal por un boleto de entrada a la grandeza empresarial!
¿El secreto del éxito? Se supone que debes “pensar fuera de la caja”, pero ¿qué pasa si ni siquiera encuentras la caja en primer lugar? ¡Problema resuelto! Solo di que eres un “pensador libre” y deja que el universo haga el resto.
En este emocionante mundo del emprendimiento moderno, todos somos líderes, gurús y visionarios. Bueno, al menos en nuestras biografías de LinkedIn. Así que ponte tu camiseta con el lema “Hustle Hard” y prepárate para conquistar el mundo empresarial desde la comodidad de tu sofá.
Porque, al final del día, en este fascinante circo del emprendimiento, todos somos estrellas. O al menos eso nos dicen nuestras madres cuando les explicamos que dejamos nuestro trabajo estable para perseguir nuestro sueño de vender calcetines con diseños exclusivos. ¡Emprendedores, despierten, prepárense y no dejen de intentarlo!
No estamos solos acá hay comunidad, unos cuantos locos pero vamos por más. Acá te espero.
JC Comart
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